lunes, 1 de febrero de 2010

Pequeña historia

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en todo siempre hay un costado siniestro




En algún lugar del nunca jamás
había una Cintya con “C” de cielo
que estaba loca por mí,
más que cualquier otra en este suelo
que vestía estrafalaria

jugábamos en el parquecito
a que ella era mi muñeca sin ropaje
y yo un vendedor de maquillajes
nos tocamos con risas apagadas
nos besamos con magia encendida

me ato con una cinta roja que llevaba a la cintura
me dio de cenar de sus grandes labios
del placer de sus enigmas
me da a lamer su dulce lengua
me envuelve
con sus cabellos leonados
con su melodía de tulipán
luego me asestó la estocada
que me devastó con buhardilla y diván

Nunca logré que me domesticara
ni que dejara de ser mi muñeca
estaba loca por mí
y siempre buscaba vagabundear conmigo
parecía mutante de Arlequín
Si no otra cosa/ esa Cintya era mi abrigo
una vez le dije: mujer... (a secas)

y que ya no sería mi muñeca
y ella ya jamás me diría “su king”

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